No culpas.-

Atrapada en sus redes. Sin más por donde salir.
No hay puerta que abra, ni ventana para escapar. Vuestra tristeza crece. Más que la confianza acaba.
Las sospechas se resaltan, y el miedo acreciente.
"Llorad, Llorad!" se oye la voz de un condenado a la cárcel.
El cual afirma con llantos que llega su fin.
Su voz cada vez resuena más en mi cabeza.
La culpa me está matando. Ya no lo toleraba
Tenia que hacer lo correcto, entregarme y descargar las culpas.
Hacer un bien después del mal.